Jueves: Fin de las Notas Preliminares

Sólo un par de cervezas. Nunca me ha gustado la sensación de estar trabajando y haber bebido. Así que tomas posiciones, organizas tu parte del juego, en concreto la sala V.I.P., las camareras de tu zona, te cologas tu pinganillo y respiras hondo... Un jueves, día de "poca afluencia". Por suerte (no se para quién, pero es una suerte) te has preocupado de hacer coincidir en el local dos fiestas universitarias... Bendito San Jueves.

En este punto debo aclarar: yo era el RRPP de una importante discoteca de Barcelona (no diré cuál). No era un Relaciones de los que reparten tarjetas a la salida del metro (de hecho no teníamos ni metro cerca) sino de los que se encargan de montar eventos, fiestas, la zona de los VIP's y hacer que todo fluya. Además, como valor añadido, coordinaba a la gente de seguridad del local. Y era un trabajo que me venía estupendo porque, gracias a él podía tener mi cash y estudiar por las mañanas (bueno, lo de estudiar era relativo, pero sí, la teoría estaba ahí)

Y se abre el telón. El pistoletazo de salida son las 00:30. Hasta entonces estamos abiertos pero en modo stand-by... Si entra alguien se le atiende, pero mirándole con cara rara. Una pregunta te ronda la mente... ¿tú que animal eres?

Noche habitual, un jueves, los universitarios estában con las hormonas a 300000 rpm (sí, yo era universitario también, así que quedo incluido en este grupo) y todo el mundo era muy feliz y se lo pasaba estupendamente gracias a varios factores clave:

a) la música estaba muy alta y la luz muy ténue
b) el alcohol, al ser fiestas universitarias, estaba a un precio más reducido de lo habitual
c) la media de edad era de 21 años

Sobre todo b, no nos engañemos... A partir de cierto punto te da igual si estas solo o rodeado de todos tus amigos, o incluso si, a la luz del día eso que está ligando contigo es un orco recien llegado en patera desde Mordor.

¿Os ha dolido alguna vez la boca de sonreir? A mí me pasaba a menudo, caminas, das vueltas, saludas, sonríes, invitas a unas chicas a unas copas (ya os explicaré el porqué), das unas cuantas manos...

- Hombre, pero si es mi buen amigo Blablah!!
- Que passa P.!!! cuanto tiempo!! Chicas... este es mi amigo P., es el **** amo (os ahorraré el trago de ver escrita la palabra 'puto'.... ups!!)
- Venga, una copita para cada uno, encantado de verte, Blablah!
- Gracias tio!! Veis chicas? Este tio es el mejor...

Y te vas.. te vas antes de que la situación degenere más, antes de que pase lo inenarrable, antes de que... Si fuesemos americanos, Blablah sería un 'Pimp'... Sabéis lo que es un Pimp? Os lo explicaré en otro momento. El caso es que le acompañaban cuatro señoritas que, a falta de una palabra mejor describiré como "con cascos tan ligeros que ni huella en la nieve dejarían".

Llegas a la cama, cansado, con los oidos zumbando, y tus amigos al día siguiente te volverán por enésima vez a recordar lo afortunado que eres por combinar la fiesta y el trabajo. Bien, suena bonito, pero no es así, ni mucho menos. Ver a todo el mundo disfrutando mientras tú curras (y curras duro) no es precisamente mi idea de un fiestón de narices...

Pero en algo tienen razón... soy un tío afortunado

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